miércoles, 8 de septiembre de 2010

Día 1.

Alma recibió una llamada de su madre comunicándole la situación. Benjamín, su hermano, nuevamente esta mal. Alma argumenta, es muy tarde para ir a la casa...mañana llegaré, temprano. Lo llevaremos al doctor, a ver qué pasa. Culega la bocina del teléfono, comienzan su pensamientos...
Alma despierta, sin embargo la noche fue larga, no puedo dormir, la angustía proyecto diversos pensamientos que no le dejaron conciliar el sueño.
Un día gris, nublado, frío. Alma sale apresurada de su casa, tiene que estar lo más pronto posible en casa de su madre, necesita estar ahí. Ella llega a la casa de su mamá, lo primero que pregunta, ¿cómo esta Benjamín?.
La madre suelta el llanto, no puede hablar. Alma la abraza. La madre más o menos consigue calmarse, no totalmente, comienza a enunciar los síntomas...
Sólo durmió dos horas, no puede, sus pensamientos no lo dejan... Benjamín no come, piensa que la comida contiene veneno. Él dice que no soy su mamá, que mientras él tomaba a ducha, "me cambiaron"... Guarda tijeras debajo de su almuada, "por si ellos lo atacan". No abre las ventanas, "nos observan", argumenta. No recuerda nombres...
Alma habla con Benjamín, sin embargo él no parece reconocerla, de hecho no la reconoce...
-¿qué tienes?
- no sé... tengo miedo... mucho miedo...
-¿por qué tienes temor?
- no sé... ustedes me queiren hacer algo... lo presiento... ustedes no son mi familia... ¿qué me quieren hacer?, ¿tú quién eres?. Tú no eres Alma... ella es menos gorda... ella no habla como tú... ella me hubiera abrazado...
- Cálmate, ¿por qué inico esto?
- no sé... observo cosas... oigo ruidos extraños... escucho gente... me hablan... me observan... quieren algo de mí... no sé...; Benjamín mira a Alma... ¿por qué haces esos gestos?
-cuáles gestos
no sé... Benjamín llora... no sé... por segunda ocasión, pregunta ¿qué me harán?... ¿ qué están tramando?...

miércoles, 28 de abril de 2010

Miedo

Te encerraste en un cuarto junto a múltiples drogas, eso sólo te hizo olvidar lo que más temías: el miedo. Pretendiste que tomando "analgésicos", ese sentimiento se iría, sin embargo regresó... Las terapias las suspendiste porque pensaste "estoy bien", "ya me siento mejor"; ¡claro! recordemos que estabas consumiendo antidepreivos. Los antidepresivos te levantaban cada mañana, te ayudaban a remediar el miedo, sin embargo encontraste algo que verdadermente te hizo dejar todo de lado: las drogas. Las múltiples cosas que probaste te hicieron sentir "mucho mejor", pero lo que es más grande, te hicieron olvidar el miedo y sentirte valiente. Pasaron los años, inerrumpiste terapias y sólo te enfrascaste en averiguar nuevas maneras de extásis... Ahora regresaste al punto que pretendiste olvidar: el miedo. Tu miedo te ha hecho crear monstruos en tu cabeza, hablas con ellos, todas las mañanas. Ya no tomas antidepresivos, tomas café para hablar con tus fantasmas. Necesitas hablar de ellos para creer que relamente existen o que relamente están a tu lado y que nunca te dejaron. Tus fantasmas te acompañan día con día, necesitan de tí porque los alimentas y tú los necesitas para existir...

sábado, 20 de febrero de 2010

Vete

Esperar el momento idóneo para decir basta, esperar una señal, estudiar el momento adecuado, deducir que es la oportunidad de acabar con esta amargura. Quién decide que debes irte, el tiempo, Dios, tú, yo, los otros. Porfavor dime, dime que te largas, que el tiempo que estoy esperando por fin llego... Porfavor decide que camino tomarás, que el retorno no pase por tu cabeza. Que te largues implica una salvación a esta trizteza, a esta esperanza, a esta angustia; porfavor vete, y no vuelvas, no vuelvas porque soy capaz de perdonar todos tus errores, soy capaz de llenar de besos las heridas. Vete y dime que no volverás, que est último ni siquiera pase por tu cabeza. VETE...