lunes, 18 de mayo de 2009

...

sentada, esperando que actues,
esperando que ese silencio se convierta en una palabra de aliento, para que esta levedad llegue a un final ó por lo menos se aproxime a un camino diferente, sin embargo sé que tus movimientos no tienen dirección, un sentido.
Pero, para que hablo, sigo contigo sin saber que hacer, que decir, que mover, que ver, no sé nada. Temo que deberé tomar ese cuchillo, caminar, esperar el instánte ideal para atacar. Esperar que mi mirada penetré en la tuya y enterarme que hasta ese momento nuestras miradas se unirán en una sola, la tuya para pedir clemencia y la mía para acabar con mi cobardía...

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